. Es menos contaminante. Sin mercurio ni tungsteno. Además reduce las emisiones de CO2 en un 80%.
. Larga duración. De 25.000 a 50.000 horas de uso y no requiere mantenimiento.
. No genera calor. El 80% de la energía que consume se convierte en luz.
. Muy bajo consumo. Hasta un 80% menos que las bombillas tradicionales.
. Encendido instantáneo. Además resiste un gran número de ciclos de encendido y de apagado.
. Reproduce los colores con alta fidelidad. Existen diferentes tonos de luz (fría, cálida o neutra) para ajustarse a cualquier ambiente y su índice de reproducción cromática va de 80 a 95 sobre 100.
. Precio. Pese a la considerable bajada de precio, las lámparas led son más caras que las incandescencia o bajo consumo. Pero si consideramos el ahorro energético, mientras que la vida útil del LED es de 10 a 20 años, en el mismo período de tiempo habría que sustituir varias veces una lámpara de incandescencia. Por eso, las lámparas LED acaban siendo mucho más baratas, provocando ahorros del 50% al 80% en el recibo de la luz.